POLITICAS PUBLICAS DE EMPLEO EN BURGOS




1. Política pública elegida. 

DATOS RELATIVOS  AL EMPLEO EN BURGOS AÑO 2011.

94.215 personas activas, de ellas el 49% eran mujeres y el 51% hombres. Del mismo modo, en 2011, había 73.255 personas ocupadas, de ellas el 47% eran mujeres y 53% eran hombres.   

Las diferencias entre hombres y mujeres en el ámbito laboral se han mitigado ligeramente en el periodo de vigencia del III Plan: Entre las personas afiliadas a la Seguridad Social, se aprecia que, en el régimen general el porcentaje de mujeres se ha elevado del 45% al 46% y pasa del 33% al 34% en el régimen especial de autónomos/as.  Se mantienen en proporciones elevadas la presencia de mujeres afiliadas en el régimen especial de empleados/as del hogar.   

Los contratos firmados, de tipo temporal, son más numerosos que los indefinidos y han aumentado un 3% para ambos sexos. Las mujeres pierden peso en este tipo de contratos temporales (-5%) pero lo gana en contratación indefinida (8%), donde se logra equilibrar por sexo este tipo de contratos.                

Las mujeres burgalesas siguen firmando contratos en sectores donde son tradicionalmente mayoritarias como:   El empleo doméstico (representan el 94% de todos los contratos en enero de 2014)  Los establecimientos residenciales (92%)  Las actividades sanitarias (82%)  Los servicios personales (80%)   El comercio al por menor (77%) 

Las mujeres burgalesas tienen:   

* Con respecto a los hombres: un mayor nivel de estudios entre las personas activas (su tasa de cualificación básica es superior en un punto y medio a la de los hombres)  

* Con respecto a las mujeres españolas: una mayor tasa de cualificación que la media de España (4,1 puntos).  

Si analizamos el impacto del paro entre la población potencialmente activa, es decir, la población en edad de trabajar y en condiciones para hacerlo, se observa que, aunque el desempleo se incrementó más entre los hombres, entre las mujeres también aumentó, tanto en la ciudad de Burgos (del 12% al 15%), como en Castilla y León (del 13% al 16%) y como en España (del 14% al 16%).  

 

2. Analizar la política pública elegida. 

ROLES

La necesidad del impulso a la ocupación femenina es evidente dado que siguen siendo las mujeres quienes, en mayor medida que los hombres, están en situación de desempleo. Por cada once personas en paro, seis son  mujeres. 

RECURSOS

Las mujeres pierden peso en contratos temporales y los ganan en contratación indefinida. Por otra parte, se sigue detectando la segregación ocupacional, de tal manera que las mujeres siguen manteniendo mayor presencia en empleos socialmente asociados al sexo femenino y suponiendo una feminización del cuidado. Sigue existiendo la brecha de género entre quienes no tienen estudios.

 

3. Objetivos de este plan:

 Impulsar la presencia femenina en el mercado laboral y mejorar su situación dentro de él.

1.Desarrollar acciones de sensibilización, concienciación e información en materia de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el ámbito laboral así como informar de las ventajas del reparto equitativo de responsabilidades en la vida familiar.     

   1.1. Realización de, al menos, una campaña de sensibilización dirigida al tejido empresarial que promueva el cuestionamiento de los estereotipos de género, la segregación ocupacional y/o brecha salarial.

1.2. Elaboración de material divulgativo sobre las consecuencias de la discriminación laboral de las mujeres, sobre sus condiciones y derechos laborales, atendiendo especialmente al acoso laboral por razón de sexo. 

1.3. Inclusión de un módulo de Igualdad de Oportunidades (no inferior al 10 % de horas total del curso) en todos los cursos formativo-ocupacionales que organice el Ayuntamiento. 1.4. Realización de cursos sobre reparto de responsabilidades en el hogar.

1.5. Distribución en centros educativos de secundaria de la unidad didáctica “Entre todas y todos mucho más fácil:¿compartimos?”

1.6. Mantenimiento del servicio de asesoría en igualdad de oportunidades del Ayuntamiento de Burgos.

 1.7. Realización de acciones que difundan y sensibilicen sobre los beneficios de la conciliación. 

1.8. Facilitar asesoramiento a las empresas para que lleven a cabo sus propios planes de igualdad. 

1.9. Impulso y/o realización de estudios que evalúen el impacto de la conciliación o la falta de la misma en la vida laboral de las mujeres  

2. Desarrollar programas de información, formación y orientación laboral que faciliten las posibilidades profesionales de las mujeres.

2.1. Realización de cursos formativos en nuevos yacimientos de empleo que permitan adquirir competencias profesionales en estos sectores y en aquellos sectores en los que las mujeres estén infrarrepresentadas. 

2.2. Programación de cursos de formación sobre nuevas tecnologías, Internet, correo electrónico, etc. para la alfabetización digital de las mujeres. 

2.3. Ofertar recursos municipales que faciliten la conciliación de la vida familiar, personal y laboral. 

2.4. Seguimiento de la inserción laboral de las mujeres que hayan participado en cualquier acción formativa para el empleo llevado a cabo por el Ayuntamiento de Burgos.  

2.5. Apoyo de iniciativas que fomenten el autoempleo femenino. 

2.6. Colaboración, a través de la línea de subvención, con organizaciones sociales que desarrollan acciones para fomentar la integración laboral de las mujeres víctimas de violencia de género. 

4. ¿Qué puntos fuertes y qué debilidades consideras que tiene esta política pública?

La necesidad del impulso a la ocupación femenina es evidente dado que siguen siendo las mujeres quienes, en mayor medida que los hombres siguen en situación de desempleo. Sin embargo, se ha observado una tendencia positiva en cuanto a la contratación, ya que las mujeres pierden peso en contratos temporales y los ganan en contratación indefinida. Las mujeres siguen ocupando, mayoritariamente, empleos socialmente asociados al sexo femenino, manteniéndose la segregación ocupacional, suponiendo una feminización del cuidado.   La incorporación de las mujeres al mercado laboral es un pilar básico para avanzar hacia la igualdad de oportunidades, puesto que la independencia económica, permite la autonomía y la capacidad de decisión propia. 




Bajo los obstáculos y dificultades que limitan el acceso de las mujeres al mercado laboral subyace el sexismo entre hombres y mujeres. Algunos de estos obstáculos son: diferencias salariales, presencia en un número reducido de ocupaciones, escasa representación en puestos de responsabilidad, mayor carga en el cuidado de la infancia y demás personas dependientes y realización de doble jornada: laboral y familiar.   El artículo 2 de la Ley 13/2010, de 9 de diciembre, contra la Violencia de Género en Castilla y León, contempla la violencia económica como un tipo de violencia, entendida como la privación de los recursos necesarios para el bienestar físico o psicológico de las mujeres y las personas dependientes de las mismas, así como la discriminación en la disposición de los recursos compartidos en el ámbito familiar o de pareja.


 




 


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